Black Archs

Nacido en Granada en 1914, la obra del pintor y grabador José Guerrero constituye una de las grandes aportaciones españolas al arte contemporáneo.En 1950 establece su residencia en Nueva York, ciudad que en aquellos años se consolida como capital mundial del arte contemporáneo e impulsora del expresionismo abstracto, movimiento que estaba revolucionando el lenguaje pictórico con una intensidad equiparable al cubismo.En la ciudad neoyorkina Guerrero encuentra el ámbito idóneo donde desarrollar la libertad creadora que tanto ansiaba y buscaba, descubriendo en la abstracción el medio adecuado a su personalidad en el que plasmar sus inquietudes artísticas y emocionales. Le proporcionaba una libertad de expresión infinita, independientemente de su estado anímico.“Cuando pinto me siento como un combatiente de la resistencia buscando libertad para liberar mis intuiciones y emociones, sencillamente y con pleno control” Su gran obsesión es el color, que siempre está en relación con sus emociones. Le interesa que el color fluya, las relaciones y tensiones entre los colores, que la pintura respire, que el cuadro sea vibrante, luminoso, cargado de energía.Guerrero es un apasionado de la pintura, constituyendo para él una experiencia vital. Introspectivo, disciplinado e intuitivo a la vez, es un pintor infatigable que experimenta sin cesar. Al iniciar una serie explotaba sus posibilidades al máximo y cuando la sentía agotada iniciaba otra distinta. En 1970, en plena madurez artística, inicia su serie Fosforescencias. Inspirada en una caja de cerillas, lo que subyace realmente es su voluntad ordenadora a la hora de construir los cuadros. Insiste sobre este motivo una y otra vez, evolucionando y depurando las formas de tal modo que las cabezas de los fósforos se reducen a arcos con los que inicia una nueva serie en 1973, a la que pertenece este cuadro titulado Arcos Negros. El propio autor explicaba la trasformación. “ “Al final ni eran cerillas, ni eran gigantes ni nada, eran arcos” .En esta serie mantiene su vocación por el orden. Con los arcos y la línea construye el espacio del cuadro ordenando los ámbitos de color de forma sintética rotunda. Con todo, algunos autores también han querido ver en esta serie un intento de Guerrero por recuperar los arcos y las líneas de la arquitectura de Granada.