Este costurero perteneció a una dama de la nobleza novohispana. Todos los patrones antropomorfos y el emblema heráldico del águila bicéfala confirman el estatus de su propietaria.
Cuenta con varios cajones secretos que, para acceder a ellos, era necesario sacar el cajón principal. Esta particularidad viene de la tradición de realizar muebles que poseyeran compartimentos ocultos para almacenar joyas y artículos valiosos.
Alma de madera recubierta de láminas de carey y madreperla esgrafiada. Pintura roja y dorada con espejo azogado al interior