Alessandra trae la porchetta de su pueblo, Aricca, una aldea más antigua que la propia Roma, e impresiona tanto en el mostrador que la gente no para de hacerse selfies con él. Para que quede tan bueno abren el cerdo, lo deshuesan y lo limpian antes de especiarlo con ajo, romero, aceite de oliva y pimienta negra. Sin conservantes ni colorantes, lo hornean 8 horas hasta que pierde el 80% de su grasa. Si curioseas un poco verás que también venden guanciale, nduja (salami picante para untar típico de la Calabria), cervezas artesanas y vinos siempre de pequeñas producciones de distintas regiones del país de la bota y sus islas. Un pequeño escaparate de productos italianos difíciles de encontrar incluso en su país de origen.
Presente en el madrileño barrio de Chamberí desde desde 1933, el Mercado de Vallehermoso sigue manteniendo la filosofía con la que abrió sus puertas: ofrecer producto de calidad. Pero bajo una estructura nueva que permite no solo hacer la compra, sino también tapear, comer o cenar en su amplia oferta de restauración. El mercado reúne más de 60 puestos con una cuidada oferta de alimentos de calidad, entre los que se encuentran carnicerías, pescaderías, fruterías, fruterías y pollerías.