Gilded copper headdress ML100834

This is a gilded copper crown with two frontal plumes. From early times, religious and political leaders of pre-Columbian societies began to adorn their bodies especially the head and neck, with various ornaments like nose rings, crowns and ear ornaments. In this way they showed their status, their privileged position and their sacred origin. But these did not work as costumes, but rather let the ones who dressed them to impersonate other beings. With these elements, dignitaries were transformed spiritually and bodily, resembling some animals that were considered as having special powers. In early ornaments, birds, feathers and plumes were frequently represented. This may indicate that rulers or priests were "transformed" in bird-men and acquired another sacred nature. In Vicús funerary contexts, some crowns were bent intentionally, in a practice that could be considered a "sacrifice" of the piece. These objects, that were important symbols of the identity of the individual who was buried with them, also "died" during the funeral. The crown not only accompanied the deceased as part of his or her trousseau but made a transition from this world to the world of the dead, and therefore transformation was necessary. (UH)

Esta es una corona de cobre dorado con dos penachos frontales. Desde épocas tempranas, los líderes religiosos y políticos de las sociedades andinas precolombinas se comenzaron a adornar los cuerpos, especialmente la cabeza y el cuello, con diversos ornamentos como narigueras, coronas y orejeras. De esta manera ellos mostraban su estatus, su posición privilegiada y su origen sagrado. Pero estos adornos no funcionaban como disfraces, sino que le permitían a quien los vestía adoptar un cuerpo y una personalidad distinta. Con estos elementos, los dignatarios se transformaban espiritual y corporalmente, asemejándose a algunos animales que eran considerados especiales por sus poderes. En los ajuares formativos destaca la representación constante de aves, o elementos en forma de plumas y penachos. Éstos podrían indicar que gobernantes o sacerdotes se “transformaban” en hombres-aves y así adquirían otra naturaleza sagrada. En los contextos funerarios Vicús, algunas coronas como ésta se encontraron dobladas intencionalmente, en una práctica que podría ser considerada de “sacrificio” de la pieza. Estos objetos, importantes símbolos de la identidad del individuo que era enterrado con ellas, “morían” también durante el entierro. La corona no sólo acompañaba al difunto como parte de su ajuar sino que atravesaba por un tránsito de ingreso al mundo de los muertos, en el que la transformación era necesaria. (UH)