Herma

Busto de un personaje infantil de rostro mofletudo y regordete, boca entreabierta y comisuras a modo de surcos muy profundos. La nariz es respingona, las cuencas oculares vaciadas para albergar incrustaciones de pasta vítrea, las cejas oblicuas muy marcadas. Sobre la frente el pelo es rizado, trabajado a trépano y se sujeta con una taenia en dos hileras de tres rizos superpuestos. Como tocado presenta una corona de hiedra y corimbos, cuyos frutos se distribuyen simétricamente a ambos lados de la cabeza. Porta un torque abierto rematado en su extremo derecho con una cabecita de carnero y el izquierdo con otra de serpiente. Las hermas eran utilizadas para decorar en casas y villas, delimitando espacios o jardines, siendo frecuente encontrar bustos de deidades o filósofos. Se les ha considerado una función apotropaica (protectora del hogar).