En este conjunto escultórico Bernardo hace una exploración al lenguaje abstracto en la tercera dimensión y nos hace apreciar la estética dentro de piezas imperfectas. Sus esculturas funcionan al agruparse libremente eliminando el rigor que surge cuando se busca crear formas perfectas, Bernardo describe este ejercicio como nutritivo para sus dos prácticas, en donde se da la ocasión en que la madera, el concreto, el granito, el alambrón y los alambres se reúnen, se divierten y forman piezas autónomas y sin pretensiones.