Su trabajo es reconocido internacionalmente por la calidad del dibujo, la conceptualización y su trazo particular en los tatuajes corporales. Bebop recurre a la ilustración del Kraken para explicar los comportamientos arraigados en el ser humano y su fascinación por lo oscuro en la búsqueda de identidad.
La obra recrea el mito escandinavo del “Kraken”, y permite el acercamiento al gigante monstruo marino rodeado de misterio, que llenó de temor a los navíos del pasado; por otro lado muestra un camino iluminado lleno de fragilidad representado por los cristales del fondo donde el cuerpo cavernoso de la obra protagoniza la búsqueda interior.
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