CO-71
Mi queridísimo Cándido: siempre me acuerdo muchísimo de ti, y ahora que nuestro adorable amigo Eugenio Luraghi me ha enviado tu dirección puedo escribirte al fin. Este año nos hemos quedado en Punta del Este casi seis meses. Allí tu perdurable pintura de nuestro salón de La Gallarda nos habló constantemente de ti y de María, de los preciosos días que pasamos juntos. Te copio esa pequeña prosa que he escrito sobre esto y que figurará en un librito que con el título de Versos y prosas de
Punta del Este publicaré a fines de este año.
¿Qué haces? ¿Cómo van esas famosas discusiones pictóricas que tan furioso y despistado trae a todo el mundo? Escríbeme sobre esto, o mándame las revistas y libros que se ocupen de estas cosas. Aquí yo no sé nada, o lo sé a medias.
Por Luraghi sé que estuviste en Milán y que pintaste algo para él. Está entusiasmado contigo. ¿Vas a quedarte mucho tiempo en Europa? Por aquí llegó nuestro enloquecido y querido Enrique Amorim. Por él sé de ti también. Se ha marchado a pasar una temporada al Salto. Ahora se nos va a
Montevideo Toño Salazar, a quien han nombrado cónsul de su país. Siempre con él hablo mucho de ti. Nosotros estamos deseando irnos de
Buenos Aires. A María Teresa le sienta pésimamente el clima de esta ciudad. Pensamos en nuestra casa de Punta del Este. Pero andamos casi siempre con muy pocos pesos. Este año estamos casi viviendo de la venta de mis autógrafos, de una exposición que hice en el Este, en la misma sala donde estuvieron tus cosas. A pesar del tiempo que me quitan los autógrafos, sigo escribiendo mucho, aunque sin pena ni gloria.
¿Y Joao? Sé que hizo una exposición en París. ¿Tienes algún catálogo o otro recuerdo de ella? Me gustaría tenerlo. Aitana pinta ahora al óleo y ha vendido ya dos cuadros a cinco pesos cada uno. Está muy bien y no ha olvidado todavía sus famosas discusiones con Joao. Bí un precioso retrato suyo que traían los Kornblit.
Cándido: cuéntame cosas, si tienes tiempo, pronto. Os queremos mucho y nunca os olvidamos. María Teresa, Aitana y yo os mandamos un fuerte abrazo para los tres.
Rafael