Marion y Valabregue salen a buscar un motivo para Pintar

Desde 1860, tanto Claude Monet como Paul Cézanne habían simpatizado con científicos defensores de la Teoría de la evolución de las especies en Francia, al igual que el también esteta Antoine Fortuné Marion y su colega científico Gaston Saporta.
En la Tercera exposición impresionista de 1877, Paul Cézanne presentó doce cuadros que versaron sobre paisajes y naturalezas muertas, con el título de Études d’après nature, en los que las formaciones geológicas tuvieron un carácter protagónico.
En una misiva fechada en 1866, Cézanne mencionó a su amigo Antoine Fortuné Marion, el geólogo y pintor, y también un gran lienzo de [Antony] Valabrègue y Marion que planeaba realizar. En esta obra, hoy en Museo Soumaya, el artista optó por un formato pequeño y en ella muestra a los dos amigos listos para partir a una expedición por la campiña.
El lienzo, que estuvo en la prestigiada galería parisina de Charles Charpentier, da cuenta de una pincelada con tónica impresionista y búsqueda geometrizante; presagio de las inclinaciones del último periodo del artista. A la izquierda, Antoine Fortuné carga un caballete y otros objetos. El poeta Joachim Gasquet habría de recordar los momentos en que el geólogo, con pincel en mano y al lado del artífice, exponía las ideas darwinianas y hablaba de su propio descubrimiento de esqueletos antropoides en el macizo de la Sainte-Victoire. Ahí, a los pies de esta montaña, Cézanne habría de iniciar la modernidad.