Mortero realizado en bronce, posiblemente a la cera perdida, que presenta una forma cilíndrica con decoración agallonada en relieve alrededor del cuerpo de la pieza, de base plana anular y terminado en un labio levemente engrosado y exvasado. En uno de sus lados, cercano al borde de la pieza, se conserva un asa anular que pende de un saliente en forma rectangular. La pieza, junto a un conjunto de otras doce piezas de este material, procede de la Plaza de Chirinos, de Córdoba, fechadas en época almohade (S. XII-XIII). Parecen proceder de alguno de los numerosos talleres para fabricación de objetos de metal para uso doméstico que había en Córdoba durante la época de dominación islámica.