San Francisco Javier bautiza a un infiel en tierras de Oriente

Llamado «el gigante de la historia de las misiones», san Francisco Javier propagó la fe cristiana por India, China, Japón y Oceanía. De su conocida vocación trata esta singular obra, probablemente inspirada por la estampa de Joseph Sebastian Klauber (1710-1768) como una alegoría de Las cuatro partes del mundo.
Con base en el modelo iconográfico de Cesare Ripa (1555-1622), la imagen de Europa es una mujer ricamente vestida, aquí con un niño sobre las rodillas; en el extremo derecho, Asia está representada con dos personajes de ojos rasgados y ropajes de exquisitas telas; África es un hombre negro, semidesnudo; en el centro, América recibe la nueva fe con hombres que portan un tocado de plumas, a la manera de los tupinambás de Brasil. Con una técnica que involucra las más ricas tradiciones, la especialista Clara Bargellini suscribe que nos encontramos ante un teatrino o «representaciónmodelo » de las misiones evangélicas.
Señala la investigadora Rita Robles Valencia que el modelo de la composición del escaparate guarda una importante semejanza con el lienzo Milagros de San Francisco Javier de Peter Sion (1649-1695), sito en el Palacio de Navarra, España. El marco fue magníficamente pintado con especies de flora y fauna que suman un interesante recuento cientificista propio de la era ilustrada. Para la restauradora Astrid Brünger, no hay duda, el ensamblaje de la caja fue realizado por manos germanas.