Esta obra, la más antigua en el acervo del museo, formó parte de un retablo catalán dedicado a san Hipólito. Obispo de Roma, vivió entre los siglos II y III de nuestra era y fue célebre por su erudición y elocuencia. Luchó contra las primeras herejías anticatólicas y fue exiliado por el emperador Maximino el Tracio a Cerdeña, donde murió.
Lluís Borrasà fue uno de los mayores representantes del Gótico internacional en Cataluña. En este delicado trabajo, con líneas estilizadas y vivos colores, representa al santo en el momento en que da sus bendiciones a un grupo de feligreses
Óleo y temple sobre tabla