Scraper

Raspador tallado a percusión, multidireccional al núcleo de cuarcita, de color marrón. De forma más o menos circular, su talla es monofacial, bifacial en sus filos para permitir su función. En la cara que está trabajada presenta las huellas del percutor, angulosas y potentes, de direcciones muy variadas. Por la cara que no está tallada, la pieza muestra el estado natural del canto rodado. Se puede apreciar una pátina marrón (denominada en ocasiones pátina de siega) sobre los bordes de la cara que está trabajada, siendo ésto un testimonio de su función y uso como raspador. Esta pieza pertenece al Paleolítico Medio, período que se caracterizaba por la talla lítica de los utensilios, proporcionándoles al núcleo una forma similar al del caparazón de una tortuga.  De este núcleo se extraen lascas de diferentes tamaños, sobre las que se seguía trabajando hasta obtener de ellas el utensilio deseado. Los utensilios obtenidos con esta técnica, llamada Levallois, son: raederas o raspadores para extraer la grasa de las pieles, denticuladas o lascas con un borde dentado para cortar, bifaces o hachas de mano, puntas para lanzas y cuchillos para cortar la carne. Esta pieza y otras muchas más se encontraron en el entorno de la ribera del río Guadalquivir a su paso por Córdoba. Estas terrazas conservan pedernales de lo más variado en cuanto a colores, formas, materiales pétreos se refiere, por lo que se puede considerar como un espacio idóneo para que se desarrollara el Paleolítico. Son piezas talladas en la zona con material autóctono.