En una ordenada composición arquitectónica a base de arcos de medio punto que configuran la perspectiva se disponen, a la derecha de la escena, la Virgen y, a la izquierda, el arcángel Gabriel. El espacio se divide simétricamente por una columna que determina los dos ambientes. Las figuras de pequeño tamaño situadas en una ámbito doméstico nos señalan la influencia flamenca del artista, así como el fondo de paisaje, contrastando con la monumentalidad de la arquitectura, evidencian su conocimiento del arte italiano del Renacimiento.