Dirigible Graf Zeppelin (modelo D–LZ127) anclado en la finca Hernán Cebolla (Sevilla), lugar en el que por primera vez aterrizó un dirigible en la ciudad el 16 de abril de 1930, aunque había visitado por primera vez Sevilla el 24 de Abril de 1929, sobrevolando la ciudad a baja altura y sin llegar a tomar tierra. Fue un viaje promocional, en la antesala de la inauguración de la Exposición Iberoamericana, el 9 de mayo.
La segunda visita del dirigible fue el 16 de abril de 1930, proveniente de la ciudad alemana de Friedrichshafen, sede de la compañía de los zeppelin. En esta ocasión, la aeronave hizo escala en terrenos ubicados en el cortijo Hernán Cebolla, junto a la carretera de Carmona, cedidos por la familia Sánchez-Mejías para terminal de dirigibles. El anclaje del aparato supuso todo un acontecimiento para la ciudad, que contó la presencia de los monarcas (D. Alfoso XIII y Dña. Victoria Eugenia) y la concurrencia de numeroso de público.
En años sucesivos los ‘Zeppelines’ hicieron escalas periódicas en la ciudad, motivadas por el establecimiento de una línea regular de vuelos transoceánicos entre Europa y América. Significativa fue la escala del 11 de julio de 1933, con la que la aeronave, procedente de Pernambuco (Brasil), inauguraró oficialmente el aeropuerto de San Pablo de Sevilla. La última vez que el dirigible sobrevoló la ciudad fue en 11 de julio de 1936 y casualmente, como en su primera visita, tampoco llegó a tomar tierra.
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