José Larrocha es uno de los artistas granadinos que mayor influencia tuvo en la pintura granadina de finales del siglo XIX y principios del XX, no tanto por su calidad artística como el magisterio que ejerció sobre toda una generación de artistas entre los que destacan Rodríguez- Acosta, López Mezquita, Bertuchi o Manuel Ángeles Ortiz entre otros. Formado en Madrid con Carlos de Haes considerado el introductor del plenaerismo en España (palabra derivada del término francés “plein air”, es decir pintar al aire libre), por lo que enseguida trasladó a Granada esa corriente como evidencian los numerosos ejercicios de aprendizaje realizados por sus jóvenes aprendices en el Generalife o la Cuesta de los Chinos.Precisamente esta pintura representa esta famosa cuesta que en realidad es un barranco que separa las murallas de la Alhambra del Generalife y que viene a desembocar en el río Darro, a su paso por el conocido como Paseo de los Tristes (por ser este el antiguo camino del cementerio). Con la excusa del paisaje el artista introduce una escena de carácter costumbrista, muy del gusto de los artistas de esta generación, en la que se representa una escena de galanteo de un lañero (personaje que remendaba tarros cerámicos rotos con lañas o grapas metálicas) que aparece rodeado de cacharros, con las famosas lavanderas del Darro, jóvenes muchachas que acudían al Darro a lavar las ropas.Aúna en suma esta pintura las dos tendencias que marcan el final del siglo XIX y los comienzos del XX, el costumbrismo y el paisajismo.