Ezequiel Lacedonia Pardo, a la edad de 41 años, arribó a México en marzo de 1940 bajo el estatus de exiliado español, simpatizante de la República durante la Guerra Civil Española. Instalado en un edificio de la calle Doctor Olvera —donde por cierto Juan Guzmán residía y había montado su cuarto oscuro—, Lacedonia trabajó con el fotógrafo los primeros meses de su estancia en la capital. Pero su relación no solo fue laboral, sino también de amistad y compañerismo. Esto se deja ver en las fotografías que Guzmán le tomó: retratos de perfil y de frente; pruebas fotogénicas; imágenes que probablemente formaban parten de un reportaje (como la aquí exhibida); y paseos, acompañados de Elena del Moral (esposa del fotógrafo) y de otros amigos de la comunidad española recién establecida en la Ciudad de México.