La exposición, organizada y producida por Acción Cultural Española (AC/E), muestra a través de objetos emblemáticos divididos en tres ámbitos –Cocina, Mesa y Comida– cómo diseño, tradición, gastronomía, ciencia, vanguardia, arte e innovación han ayudado a resolver el hábito de la alimentación y, particularmente, cómo la cultura española ha aportado inventos y soluciones ingeniosas.
Juli Capella, comisario de "Tapas", recorre y explica la exposición durante la Tokyo Design Week.
Gastronomía y diseño siempre han estado vinculados. Diseño aplicado no solo a la preparación y presentación de los alimentos, también a los utensilios necesarios para ello. España siempre ha estado ligada tanto a la calidad de las materias primas, como a la creatividad gastronómica y de diseño.
Recipiente de cristal, de cuello largo y panza ancha, con un pitorro para beber a chorro, y otro, más grande, por el que se llena y respira, que sirve, a su vez, de agarradero. El uso más tradicional y popular del porrón es el de compartir el vino entre diversos comensales de forma higiénica, sin que el recipiente entre en contacto directo con la boca.
Se trata de la materialización de dos conceptos anclados en nuestra cultura alimentaria. Resulta innovadora la unión de dos objetos, en principio antagónicos, para resolver una misma necesidad. Uno se localiza en un entorno formal y glamuroso: la copa. Mientras que el otro, surge en un entorno familiar y popular: el porrón.
Odre pequeño para el vino. Tradicionalmente, es de piel de cabritillo o de cuero impermeabilizado en su interior con pez; posee un pitorro con tapón de rosca hecho con hueso, y proporciona al vino un sabor exquisito. Está cosido por los bordes y termina en un cuello por donde se llena y bebe.
Vasija abultada de barro poroso, que lleva en la parte superior un asa y dos aberturas, una ancha para llenarla y otra en forma de pitorro para beber. El principio de funcionamiento es simple: el agua almacenada se filtra por los poros de la arcilla y, al entrar en contacto con el ambiente seco del exterior, propio del clima mediterráneo, se evapora, lo que produce un enfriamiento. La clave del enfriamiento está en la evaporación del agua exudada, ya que esta, para evaporarse, extrae parte de la energía térmica del agua almacenada dentro del botijo.
El diseño de las botellas Ilvino & Laigua no solo cambia el aspecto tradicional, sino que une en una sola imagen los dos líquidos, gracias a que sus traseras planas permiten ensamblarlas como si de un solo objeto se tratara. Funcionan porque agarrarlas y escanciar el agua o el vino resulta cómodo.
Rafael Marquina, nacido en 1921 y considerado como uno de los precursores del diseño industrial, se hizo mundialmente famoso con sus aceiteras antigoteo, que creó en 1961. Se trata de un conjunto de aceitera y vinagrera formado por un pitorro que dosifica el líquido y un recipiente de vidrio transparente, cónico, que permite a la vez recoger las gotas de aceite y la entrada de aire en el matraz.
Vajilla multisensorial.
Es una vajilla interactiva que estimula los sentidos a través de la luz, la vibración del sonido y la corriente eléctrica. El trabajo conjunto se ha desarrollado en el ámbito de la alteración de las percepciones y el disfrute de los alimentos y las bebidas, a través de la sutil estimulación de sentidos adyacentes al mismo tiempo.
Pieza de vidrio opal blanco. Plato reversible: por un lado dispone un pequeño hueco con textura y forma que recuerda un nido y, por el otro, una corona con montículo central. Pieza derivada del desarrollo de nuevos procesos de producción de termoconformado de vidrio, en este caso un termoconformado inverso con molde mixto.
Se utiliza en la ópera “El Somni” para escenografiar la cara oscura de la luna, y también se emplata en el restaurante.
La Collection Jomon se basa en un set de boles y bandejas intercambiables, para comer de forma libre en contextos muy diferentes, como pueden ser el catering, la mesa, o el take away. Fruto de la fusión de la convivencia de los platos más variados de la cocina internacional con las formas más universales y versátiles del comer.
Una familia de tres cubiertos (Pala de humo, Pingüe de caldos y Sorbo de sorbetes) diseñados específicamente para las preparaciones de cocina creativa que actualmente se están realizando en muchos restaurantes de todo el mundo.
El leit-motiv de esta cubertería es no manchar el mantel, la misma idea que inspiró a Marquina su célebre aceitera. Los cubiertos, con su singular mango mantienen elevada la parte que toca la comida. La pala del pescado incorporaba una ingeniosa púa para abrir el marisco.
Una mesa plegable para espacios mínimos, que ofrece sitio para hasta cuatro comensales en un espacio muy reducido, gracias a su ingeniosos sistema de platos y vasos colgantes.
Su estructura en caballete le ofrece la estabilidad suficiente para que los platos no vuelquen al servir la comida.
Organizado por
Acción Cultural Española (AC/E)
Comisario
Juli Capella
Coordinación y programación digital
Raquel Mesa (AC/E)