El paisajista italiano Francesco Peruzzini colaboró con otros artistas, como Alessandro Magnasco y Clemente Spera, célebres autores de ruinas fantásticas con peregrinos. Estas cooperaciones eran frecuentes y tenían el propósito de lograr una obra artística de gran calidad, con el aprovechamiento del virtuosismo de cada autor. Un ejemplo muy conocido es Paisaje con monjes que rezan (c 1710-1730) de la Galería Cantore de Módena, Italia, donde ambos maestros perfilaron una naturaleza espléndida de árboles y cielo para dar cuenta del episodio en el que oran tres religiosos mercedarios.
Es probable que por su formato alargado este Capricho y otro del mismo nombre, hayan sido producidas para ornamentar puertas –como supraporte–. Estos paisajes fueron muy apreciados entre la aristocracia de Milán. Las obras de Museo Soumaya.Fundación Carlos Slim abordan representaciones ideales o caprichos que solían abrevar en vistas imaginarias de ciudades, ríos y personajes. Con el uso del plano escarpado, luz dorada y detalles pintorescos, el entorno es el protagonista en la pintura. Las figuras humanas no pasan desapercibidas.
La tradición los identifica como peregrinos. No se distinguen rostros. Franchini Guelfi cree que podrían ser de la mano de un artistadel círculo de Antonio Francesco pero no del propio Magnasco. La oscuridad del ambiente dio a la obra aires de modernidad.
El célebre escritor y compositor alemán Ernst Theodor Amadeus Hoffmann (1776-1822) refirió: Captar la naturaleza en su expresión más profunda, en su sentido más íntimo, en ese concepto que eleva a todos los seres hacia una vida más sublime, es la misión sagrada del arte. ¿Puede conseguir este fin una copia simple y exacta de la naturaleza? […] El pintor iniciado en los secretos divinos del arte escucha la voz de la naturaleza, que narra sus misterios infinitos valiéndose de los árboles, las plantas, las flores, las aguas y las montañas. El don de traducir sus emociones en obras de arte le viene como el espíritu de Dios.