Ya en los años sesenta la contaminación lumínica producida por las luces de la ciudad de Puebla imposibilitaba el desarrollo de programas observacionales en Tonantzintla. Fue uno de los puntos que motivó a Haro a construir un telescopio en un mejor sitio. Se puede apreciar el paisaje, el inicio del desierto, clima más seco y cielo más oscuro.