Con esta acción, la artista nos invita a cuestionar el concepto de “privada” como una palabra con múltiples significados para una persona feminizada y colonizada. Durante el performance, el cuerpo de Teresa Hernández va mostrando una metamorfosis, mientras reflexiona sobre el proceso doloroso que conllevó un suceso que cambió su vida. El lugar privado implica una estructura inventada por los colonizadores, con el fin de lograr aliados al poner a las mujeres en el espacio del dominado y a los hombres colonizados en el del dominador. Hernández rompe con la polarización creada a raíz de la invasión en América, al presentar su transformación privada a un público que se reúne en una plaza pública, enunciando desde un espacio en el que los lineamientos del patriarcado-colonial no deben permitir. Finalmente, la artista “intenta” escalar una estatua de Cristóbal Colón en un acto que desafía, no solamente la seguridad de ella como individuo, sino también el estatus colono-patriarcal.
Con esta acción, la artista nos invita a cuestionar el concepto de “privada” como una palabra con múltiples significados para una persona feminizada y colonizada. Durante el performance, el cuerpo de Teresa Hernández va mostrando una metamorfosis, mientras reflexiona sobre el proceso doloroso que conllevó un suceso que cambió su vida. El lugar privado implica una estructura inventada por los colonizadores, con el fin de lograr aliados al poner a las mujeres en el espacio del dominado y a los hombres colonizados en el del dominador. Hernández rompe con la polarización creada a raíz de la invasión en América, al presentar su transformación privada a un público que se reúne en una plaza pública, enunciando desde un espacio en el que los lineamientos del patriarcado-colonial no deben permitir. Finalmente, la artista “intenta” escalar una estatua de Cristóbal Colón en un acto que desafía, no solamente la seguridad de ella como individuo, sino también el estatus colono-patriarcal.