Esta estampa realizada por Francisco de Goya en 1825 forma parte de la serie Los toros de Burdeos compuesta por cuatro litografías: Dibersion de España, El famoso americano Mariano Ceballos, Bravo toro y Plaza partida. El Museo de Huesca es uno de los pocos centros que cuenta con la colección completa, procedente del legado de Valentín Carderera. La técnica de la litografía permite a Goya trabajar con mayor libertad y rapidez, siendo estas estampas de fuertes claroscuros representativas del expresionismo imperante en su última etapa. En esta obra se representa la bravura del animal a través de sus víctimas: un caballo, un picador y otro hombre al que levanta corneado con su pitón izquierdo como si fuera un guiñapo mientras el público huye despavorido al fondo.