Más que un mural, es una intervención que busca sumar a la imagen urbana y divertir a quien transita por la zona. En ella se representan 6 personajes caricaturizados y simplificados, realizando alabanzas en el sentido que fluye el tráfico -algunos con pose de flexión y otros haciendo algún tipo de estiramiento- así, los adoradores alaban el flujo, el cambio, la transformación, la impermanencia, el tránsito constante de un estado a otro. En el fondo de la intervención predominan los tonos azules y elementos que aluden al agua; elemento que fluye. Se incorporan elementos triangulares, siendo el triángulo un símbolo que representa el fuego, la sublimación, pero más pertinente aún para la intervención: la energía creativa que transforma. Paulatinamente el flujo de la intervención, marcado por la dirección de los personajes, termina en una figura triangular alada, la representación de la deidad, pero más aun de la posibilidad colectiva de transformar nuestros espacios mediante el arte.