Alfonso Peñaloza, corta-cabelleras
De la serie: "La sociedad del espectáculo"
Cuando tenía seis o siete años cuidaba carros afuera de la Arena. Luego fui vendedor adentro, vendía papas, muéganos, cosas así.
Después de muchos años, resulta que un día hace falta un peluquero. Murió el señor que estaba antes, Don Miguel Hidalgo. Mi primera cabellera fue el 28 de enero del 90. Llevo 5 años usando este saco cada vez que toca echar tijera. Si me pongo otro saco, nadie me pela.
La vez que más me dolió cortar una cabellera fue con El Perro Aguayo. En ese entonces él era rudo, y yo le voy a los rudos. Sentí bien feo. Fue una pelea tremenda y todos me decían que no lo pelara porque la gente me Iba a golpear. Entonces me dijo El Perro Aguayo: sabes qué, mejor dame las tijeras, yo me lo corto, porque si me cortas tú se te van a aventar. La gente estaba muy alebrestada, le hablan ganado mal al Perro Aguayo. Entonces, mientras todos gritaban, me arrebata las tijeras y se corta él la cabellera y luego yo se la acabé de cortar. Sólo así se calmó la gente.
A veces se pone duro. Me han apedreado, insultado, sacado sangre. La gente se entrega con todo a la lucha. Me gritan y yo les contesto. Los luchadores también se pueden poner bravos, a ver, pela a uno que sigue calientito de la lucha, es como agarrar de los cuernos a un toro en brama. También ahí me han tocado golpes.
Y todavía cuando no voy a ver a mi mamá me dice que no me acuerdo de ella. No, le digo, ve a la Arena y vas a ver como te me recuerdan, vas a ver si no.
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