Representación del joven bitinio esclavo de Adriano, a quien el emperador divinizó tras su trágica muerte. Procede de la villa romana de Els Munts (Altafulla).
Después de la muerte de Antínoo, ahogado en el Nilo, Adriano mandó erigir numerosas efigies suyas por todo el imperio. La escultura, de la cual se conservan la cabeza, el torso y parte de las extremidades, responde con absoluta fiabilidad al estereotipo creado para perpetuar la memoria de Antínoo.
Son muy escasos los retratos de este personaje procedentes del ámbito privado. Con su colocación en la villa de Els Munts, el propietario de la mansión deseaba posiblemente dejar constancia de su fidelidad al emperador.
Número de inventario: MNAT 45406