Mosaico figurativo polícromo perteneciente a una tumba del siglo IV D. C.
Muestra a una muchacha joven, probablemente la difunta, con una paloma o una muñeca en su regazo. La escena se completa con candelabros a cada lado de la figura femenina, la cartela que nos informa de la edad y la identidad de la fallecida (Antonia Vetia, de diez años y nueve meses de edad), un campo de flores, un pájaro posado en una rama y, finalmente, un cordero, identificado con el Agnus Dei, el Cordero de Dios, un signo claramente cristiano.
Este mosaico fue descubierto durante las excavaciones de la necrópolis de "La Vegueta", Santiponce, en 1903. En la actualidad se exhibe en el Museo Arqueológico de Sevilla.
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