Vicente Lleó Benlliure, valenciano afincado en la ciudad, presentó a principios de siglo un proyecto para construir un elegante edificio en el número 65 de la Calle Triana. A su término, el conocido como “Edificio Lleó” pasó a ser uno de los edificios emblemáticos de la calle. En el “Edificio Lleó” se instaló una droguería que posteriormente se convertiría en farmacia. En 1911 ya aparecía publicitada cómo “droguería que despacha recetas de médicos españoles e ingleses y que tiene un laboratorio micro fotográfico bajo la dirección del Dr. Canivell”.
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