Se considera la primera calculadora digital del mundo y que construyó utilizando relés, demostrando su velocidad en el cálculo y la posibilidad de introducirlos en circuitos lógicos. El sistema consistía en una máquina calculadora conectada a una máquina de escribir en la que se tecleaban los números y las operaciones en el orden que debían ser ejecutadas. Tras esto, se realizaban los cálculos y, al finalizar, la máquina de escribir los escribía en un papel. Esta máquina calculadora, o máquina analítica que fue como la llamaba Torres Quevedo, disponía de los subsistemas habituales que componen un computador como los de hoy en día: una unidad aritmética-lógica, una unidad de control, una memoria, un dispositivo de entrada y uno de salida (que en este caso coincidían en la máquina de escribir).