Esta instalación es un homenaje a los niños que intentan cruzar las fronteras para comenzar una nueva vida, con o sin sus padres, y a todos aquellos migrantes que sueñan con un futuro mejor.
Bajo el mismo cielo... soñamos es una reflexión sobre el derecho de libre movilidad y las consecuencias de la criminalización a la migración irregular, reforzadas por los centros de detención para menores indocumentados cerca de la frontera entre México y Estados Unidos.