El Códice Calixtino es un manuscrito de mediados del siglo XII conservado en la biblioteca de la catedral de Santiago. Este pequeño libro, aunque no es especialmente lujoso, recoge buena parte de la historia de la peregrinación medieval a Compostela, por lo que su valor histórico como documento del Camino de Santiago y de la Europa medieval es incalculable. El origen del Liber Sancti Iacobi tuvo lugar probablemente a partir de la década de 1120, cuando Diego Gelmírez, el primer arzobispo compostelano, lo encargó, como herramienta política para promover el culto a Santiago y las peregrinaciones compostelanas en el contexto de la Europa medieval. Aunque parece reunir textos de evidente influencia francesa, lo más probable es que la mayoría del conjunto fuese redactado y compilado en la escuela compostelana.
El contenido del Liber Sancti Iacobi se distribuye en cinco libros diferentes. No todos ellos fueron escritos al mismo tiempo y se cree que la compilación del conjunto estaría terminada hacia 1150 en un libro que hemos perdido y que sería el modelo a partir del cual se copió el Códice Calixtino hacia 1160. Después de esta fecha se le añadieron dos apéndices, de gran valor histórico, que no estarían previstos con anterioridad, como prueba el hecho de que no aparezcan en ninguna de las demás copias.
El códice es, ante todo, un libro litúrgico, ya que este es el contenido del libro I, que ocupa mucho más de la mitad de la extensión total del volumen. Recoge la liturgia propia de la catedral de Santiago, creada en aquella época en honor al Apóstol.
El libro V, que tradicionalmente se atribuyó a Aymeric Picaud, describe el recorrido del Camino desde Francia hasta Compostela, con sus comodidades y peligros, dando también consejos prácticos. El trazado que recoge esta guía medieval se corresponde con el llamado Camino Francés, que fue recuperado desde los años 80 del pasado siglo por Elías Valiña teniendo como principal referencia histórica este texto del Calixtino.