El cortometraje está protagonizado por Trashhand, un explorador y fotógrafo urbano estadounidense, y Johan Tonnoir, experto mundial en free running —una disciplina que combina acrobacia y atletismo— y en él ambos exploran recorren el Guggenheim Bilbao como un espacio poderoso para el movimiento y la transformación, capturando el corazón de un edificio que ha cambiado la imagen de la ciudad de Bilbao en todo el mundo.