Recientemente se ha propuesto que estas piezas, junto con la hallada en Rianxo, en el entorno de la ría gallega de Arosa, serían en realidad cascos o casquetes ceremoniales, empleados en algún culto o ceremonia del que serían hoy el único testimonio conservado. A este respecto en sus patrones decorativos se ha querido ver una simbología solar.