Sobre el espacio que ocupó, hasta el siglo XVIII, la capilla del Arzobispo Lope de Mendoza, se encuentra esta capilla, fruto de un proyecto impulsado por el Arzobispo Rajoy. Sus trazas se deben a Domingo Lois Monteagudo, si bien la dirección del proyecto correspondió, desde 1770, al compostelano Miguel Ferro Caaveiro.