Este óleo sobre lienzo presenta una escena meticulosamente orquestada, como si fuera una puesta en escena en la que los personajes van disfrazados y enmascarados, haciendo referencia a los carnavales venenciados y simbolizando esa dualidad entre lo real y lo imaginario. Las figuras poseen una fuerte presencia enigmática y sensual, con una paleta de colores saturados, fondos oscuros y efectos de luz dramáticos para resaltar las pieles y las telas.
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