Por Orden del 28 de abril de 1964 del Estado Mayor Central del Ejercito, se declaró reglamentario este fusil, fruto de las mejoras introducidas en el modelo B. De calibre 7,62 mm NATO, no se empezó a distribuir a las comandancias hasta 1968, tratándose en principio del denominado B transformado. Pese a que el la década de 1980 se empezó a distribuir en el Ejercito los modelos L y LC, dado su elevado coste y el buen estado del CETME C que poseía la Guardia Civil, no se aplicó este cambio en el Instituto.
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