Teoría del caos

El trabajo del colectivo Metahaven es reconocido internacionalmente por su capacidad de desdibujar las fronteras entre el arte, la cinematografía y el diseño. Su videoinstalación Teoría del caos (Chaos Theory, 2021–24) es un conmovedor poema audiovisual que aborda la complejidad de las relaciones humanas en un mundo hiperconectado donde cada momento está cargado de cálculos y predicciones, pero donde también lo improbable e inesperado surge constantemente. El filme que da título a la instalación se centra en el diálogo entre dos mujeres, X (Valentina Di Mondo) e Y/Z (Georgina Dávid), que afrontan de manera reflexiva las complejidades y matices emocionales de su vida. Su experiencia común se halla entrelazada a pesar de la distancia que separa sus cuerpos. Mientras juegan o caminan juntas, la conversación entre ellas fluye a lo largo de espacios abiertos de la periferia urbana, a la salida de un colegio, o en lugares más íntimos, como un ascensor o una habitación, todos ellos con un marcado cariz alegórico y onírico. Entreverando la ligereza lúdica con las discusiones existenciales sobre el tiempo y la gravedad, Teoría del caos explora las cambiantes emociones propias del ser madre, hermana y niña.

Filmada en localizaciones de las afueras de Ámsterdam, la película acentúa el contraste entre el paisaje de infraestructuras y habitáculos urbanos y una poética abierta, no lineal. Al mismo tiempo, la composición de la imagen hace en ocasiones aparecer múltiples puntos de vista o pantallas dentro de la pantalla, delineando en rojo una de ellas cuando se presenta un nuevo motivo, al modo de una videoconferencia. Con ello, Metahaven demuestra nuevamente su original atención a las transformaciones tecnológicas que afectan a los modos de relación contemporáneos, particularmente en el marco pospandémico. A nivel espacial, la videoinstalación incluye una gran pieza textil que permite a los visitantes interactuar físicamente con los motivos y texturas presentados en la película. Datos y vectores gráficos se mezclan en una densa pieza de lana que podría recordar a la tapicería habitual de los transportes públicos y que ofrece un contrapunto al carácter liso y duro de las pantallas táctiles, omnipresentes en nuestro entorno, a la vez que pone de relieve el valor del contacto en la comunicación de nuestras emociones.