El Museo de Maricel fue durante casi seiscientos años el antiguo Hospital de Sant Joan Baptista. El único vestigio que actualmente queda de aquella construcción es esta sala con arcos góticos.
Con los años el hospital no reunió las condiciones para garantizar una atención óptima a los enfermos. En 1909, el norteamericano Charles Deering adquirió el edificio y lo transformó en su vivienda dentro del conjunto de Maricel.
La última misa que se ofició en la iglesia del antiguo hospital tuvo lugar el 9 de junio de 1910, pocos años después que Antoni Almirall (Sitges 1860-1905) pintara este cuadro.