España es el primer país que importa el cacao de América para hacer chocolate, de aquí se extiende al resto de Europa. Se popularizó durante el siglo xvii y se bebía caliente y azucarado. Solo a partir de la industrialización a principios del siglo xix se empezó a producir en forma sólida. Un instrumento peculiar para servir el chocolate es la mancerina, un plato con un cuenco central para soportar la jícara o taza para el chocolate. Debe su nombre al marqués de Mancera, virrey del Perú, que lo hizo fabricar para agasajar a sus visitas. Es habitual acompañar el chocolate con trozos de pan azucarado, bizcocho o churros. El churro es un producto típico español, aunque presente ya en muchos países. Se trata de una pasta manufacturada y frita. La masa se hace pasar extrusionada por una boquilla con forma de estrella que le confiere su peculiar estriado para una mejor fritura.