Suelto, con escote a la caja y manga japonesa. El cuerpo se prolonga hasta la línea de la cadera, de donde arranca, a modo de falda, la parte inferior del abrigo, pieza de gran vuelo fruncido y armado. Va forrado en tafetán de seda azul.
Este abrigo presenta las características constructivas del vestido baby doll que Balenciaga presentó ese mismo año. Su silueta trapezoidal fue innovadora y contraria a la silueta tradicional de cintura marcada y caderas resaltadas. Hoy, este abrigo sigue siendo una arriesgada propuesta, genial y moderna.