La muerte de Lluís Borrassà en 1425 coincide prácticamente con el inicio de la actividad artística de Bernat Martorell quien, desde su taller de Barcelona, introducirá las novedades estilísticas de la segunda etapa del arte gótico internacional que estará vigente en Cataluña durante todo el segundo cuarto del siglo XV. La presencia de artistas florentinos en la ciudad de Barcelona durante los años treinta, así como la fuerte influencia que ejerció el pintor Van Eyck y la pintura flamenca en la época final de su producción artística, permite relacionar su estilo con el arte gótico internacional de su época. La principal novedad aportada por Bernat Martorell consiste en haber abandonado el exceso de movimientos, de gestos y de colores contrastados de las composiciones escénicas de los pintores de la generación anterior para introducir un clima más sereno, armónico y equilibrado. El humanismo incipiente que se empezaba a imponer en la cultura europea de la época se ve reflejado en la pintura de Martorell en la manera como trata los rostros de las figuras. Por primera vez aparecen personajes con rasgos psicológicos individualizados con rostros que reflejan una belleza humana diferente de aquella belleza idealizada del mundo italogótico del trescientos. Estas tablas con escenas de la vida de santa Eulalia así como la predela con escenas de la vida de san Juan Bautista entraron en el Museo Episcopal en 1936 procedentes de la Catedral de Vic. Es interesante el hecho de que se tiene noticia documental de que en 1436 Martorell firmó el contrato para la realización de un retablo destinado a la capilla de la cofradía de san Eloy y santa Eulalia de la iglesia de la Mercè de Vic, que se sabe que estaba instalado en esta iglesia en 1442. Pero dada la diferente dedicación hagiográfica no parece que se trate del mismo retablo. Por su estilo corresponde prácticamente a la misma época en que realizó el famoso retablo de san Jorge de la Capilla del Palacio de la Generalitat, considerada su obra maestra y actualmente conservada entre el Museo del Louvre de París y el Art Institute de Chicago. Las escenas representadas son: santa Eulalia en el ecúleo ante el prefecto Daciano –expuesto en las galerías de estudio dado su estado fragmentario–, la flagelación de la santa, y la muerte de la santa en la cruz con la nieve que cae cubriendo su cuerpo. En la predela dedicada a san Juan Bautista hay escenas de san Juan en el desierto (fragmento), el bautismo de Cristo en el río Jordán, la predicación del Bautista y su decapitación.