Esta composición serena y majestuosa, que se basa en el antagonismo formal entre lo duro y lo blando, entre lo vivo y lo geométrico, revela una nueva predilección por el motivo de la curva.
En su texto "Toile Vide, etc." (Lienzo vacío, etc.), Kandinsky escribe lo siguiente: "Miro por la ventana. Frías chimeneas fabriles se yerguen en silencio. Son inflexibles. De repente, empieza a salir humo de una de ellas. El viento lo comba y el humo cambia de color al instante. El mundo entero ha cambiado". Las formas, como calcomanías flotando hacia la superficie, contrastan con la afirmación de las grandes líneas diagonales en color, que son excepcionales en la obra de Kandinsky.