Es un pequeño habitáculo aislado que se utiliza para el sacramento de la reconciliación, conocido como confesión, en la Iglesia Católica. Lo utiliza el canónigo penitenciario para escuchar las confesiones de los cristianos que acuden a la Catedral. Es el confesionario principal de la Catedral.
Este mueble fue diseñado por Antoni Gaudí. Las aberturas siguen la tracería propia del gótico y está rematado por el símbolo del poder de las llaves para abrir y cerrar las puertas de la Iglesia. Es muy parecido a lo que Antoni Gaudí realizó para la Sagrada Familia.