La ubicación de la pieza en un vértice entre dos muros señala los límites de un espacio y manifiesta la presencia espacial de la obra, me interesan ciertas reverberaciones del cuerpo y su puesta en dimensión.
En el fútbol el córner se otorga en la salida del balón por la línea de meta tras haber tocado un jugador del equipo que defiende esa meta. Cuando un niñe tenía mala conducta se le ponía de “plantón” en una esquina como acción de castigo. En la comunidad homosexual algunas prácticas sexuales suelen suceder en espacios públicos, la esquina de una habitación permite la estabilidad de los cuerpos involucrados.
La paleta de la pieza busca una exaltación del color, el gradiente como un estado de gozo, de libertad, de belleza particular. La abstracción induce el carácter simbólico del color, lo que identifica a una comunidad, un club, una bandera, la experiencia del color como experiencia de vida.