En Cabeza criolla vemos sobre un fondo neutro el rostro en tres cuartos de un personaje femenino, cuya gestualidad es acentuada por las líneas angulosas con la que es representada. Se podría decir que en su tratamiento la artista se aproxima mucho a una estética de lo caricaturesco, lo cual no es sino la confirmación de ese esmero por brindarle expresividad al rostro.
Con pinturas como Cabeza de criolla y Mantas, la producción pictórica de Codesido se aúna a la obra de los demás pintores indigenistas quienes buscaban reivindicar lo nacional.