La Dra. Mesa-Bains fue la primera de su familia en asistir a la universidad e incorporó temas de reivindicación cultural, feminismo y urgencia ecológica mediante la utilización de los formatos tradicionales de altares y ofrendas que se encontraban en su casa familiar. En 1983, Mesa-Bains fue reconocida por desarrollar un nuevo formato artístico: la instalación de altares. Por ello fue reconocida con el Premio MacArthur.