Desorden Molecular busca criticar los parámetros de belleza dentro del arte contemporáneo. De acuerdo a lo incluyente que puede ser el arte contemporáneo, el artista argumenta que la estética se vuelve más laxa. Con base en este argumento, la pieza busca regresar a los orígenes de los estándares de belleza. Para Fabián Ugalde, las bases de la estética son aquellos patrones geométricos que se encuentran en la naturaleza como la secuencia de fibonacci. Utilizando retículas como herramientas, el artista usa figuras simples como triángulos, cuadrados, círculos y óvalos para formar estructuras que generan proporción.