Vermeer es conocido por sus pequeños cuadros que representan figuras en interiores tranquilos. Sin embargo, al principio de su carrera, pintó algunas escenas bíblicas y mitológicas más grandes, incluida esta.
Diana está descansando con sus ninfas. Es la diosa de la caza y de la noche, lo que explica el perro a sus pies y la luna en su frente. El ambiente de ensueño de la escena es típico de las obras de Vermeer.