El año 1897 Santiago Rusiñol impulsó una campaña para recaudar fondos con la finalidad de levantar el primer monumento público dedicado al célebre pintor Domenico Theotocopuli, El Greco, en Sitges. En diciembre del mismo año, el Ayuntamiento acordó pedir el bronce, para fundir la estatua, al Ministerio de la Guerra, pero la petición fue desestimada argumentando que el bronce estaba reservado para los cañones de la Guerra de Cuba.
Finalmente, la escultura realizada en piedra, obra del escultor barcelonés Josep Reynés (1850-1926), fue costeada por subscripción popular, y se inauguró el 25 de Agosto de 1898, siendo la única manifestación festiva de la Fiesta Mayor de aquel año, marcada por los graves acontecimientos de la Guerra.
Esta iniciativa es un reflejo de la importancia que El Greco tuvo para artistas como Santiago Rusiñol o Ramon Pichot, entre otras figuras de la intelectualidad de la época, que veían al pintor griego como un espíritu libre y la personificación del artista moderno.
¿Te interesa Visual arts?
Recibe novedades con tu Culture Weekly personalizado
¡Todo listo!
Tu primer Culture Weekly llegará esta semana.