De estricta atmósfera noreuropea, la producción de Louis de Caullery muestra una sofisticación manierista que transita hacia el Naturalismo barroco. La herencia del maestro del que se debate el lugar de nacimiento entre Cambrai y Amberes, se ancla en el puerto neerlandés a partir de 1594 en el célebre gremio de San Lucas.
El círculo de Caullery abrevó además en las figuras y correcta perspectiva de Frans Francken II (1581-1642), artista también en la pinacoteca de Museo Soumaya.
Quizá la cita más entrañable de este lienzo sea la obra de Pieter Brueghel, el Viejo. En la colección de Museo Soumaya destaca la obra autógrafa de Van Valckenborch, el Viejo. El Coliseo romano fue símbolo del martirio de los primeros cristianos. En aquella escena flamenca o en esta antuerpiense, la disparidad de elementos arquitectónicos, a veces clásicos, a veces románicos o góticos, es alegoría de la confusión de lenguas y de la separación de las naciones. Se señala en el Génesis (11:1-4): Vengan, vamos a construir una ciudad y una torre que llegue hasta el cielo. De este modo nos haremos famosos y no tendremos que dispersarnos por toda la tierra.
Símbolo de la rebelión del hombre contra el Todopoderoso, el acadio Babel literalmente es «puerta de Dios». Oquedad que nos arroja a la confusión.
Sierpe de piedra que aunque la Biblia no mencione al constructor de la aciaga Torre, la tradición señala como responsable a Nimrod. Aquí ataviado a la usanza del quinientos y a los pies de un zigurat.
Montaña-templo que en alarde de perspectiva y planimetría, sólo los sabios podían transitar. Hogar del sonido de las palabrasque designan las cosas antes siquiera de que existan. Hoy destruido, el hogar de Ernesto de la Peña sentencia: es ley de estas visiones producir congoja y hacer que medre la ignorancia.
You are all set!
Your first Culture Weekly will arrive this week.