En la familia de Eneko Atxa no había cocineros, pero el comer siempre tuvo gran importancia. En 2005 abrió Azurmendi (Larrabetzu, Vizcaya), un proyecto arquitectónico sostenible donde apuesta por las energías renovables, la reutilización del agua de lluvia, y el cultivo de parte de los vegetales que se usan en la cocina. Su cocina es la combinación perfecta de sabor, textura y estética, con un gran dominio de los fondos. La cocina casera, los guisos y sus raíces se dejan ver en cada plato como la sólida base sobre la que construye texturas y trabaja el producto.
¡Todo listo!
Tu primer Culture Weekly llegará esta semana.